jueves, 20 de marzo de 2008

Sobre la fonética

La fonética no es una ciencia exacta. Estudia los sonidos de un idioma pero los simplifica enormemente. De hecho cada sonido esta constituido por una secuencia infinita de valores de presión en el aire. Un ordenador cualquiera puede medir 200.000 valores de esa presión en una palabra de cuatro letras. Sin embargo, la fonética la simplificará en cuatro fonemas. El hablante pasa por los cuatro fonemas pero entremedias produce infinitos sonidos distintos que varían de forma gradual desde un fonema a otro. Se puede pedir a un hispanohablante que pronuncie esos fonemas de forma casi exacta, los sonidos intermedios dependerán de la persona y caracterizan su acento y su forma personal de hablar. En el inglés también se puede pedir a un nativo que pronuncie los fonemas de una palabra suelta pero en una conversación la pronunciación de todos los fonemas esta al límite de lo fisiológico. A la velocidad normal de conversación el hablante inglés no puede pronunciar los fonemas de una forma exacta. Por esta razón, el hablante pronuncia las silabas átonas de una forma indefinida que depende enormemente del entorno, o sea, de las sílabas que van delante y detrás. Esta característica del inglés lo diferencia del español. Un hispanohablante puede pronunciar todos los fonemas si así lo desea, por muy rápida que sea la conversación.

Mas tarde comprobaremos estas afirmaciones mediante análisis de locuciones con software de análisis de sonidos. Por ahora, solo tendremos esto en cuenta para cambiar nuestro modo de analizar el ingles hablado como hispanohablantes. Es imposible entender claramente una conversación inglesa con mentalidad de hispanohablante. Como tal intentaremos descifrar todos los fonemas, tarea imposible que finalmente nos hará perder el hilo de la conversación. El nativo inglés sabe intuitivamente que solo debe atender a las silabas acentuadas. Ignora las sílabas átonas de forma inconsciente y solo las utiliza para distinguir en caso de duda. Cualquier método de listening debe procurar que el hispanohablante cambie su forma de analizar los fonemas. Pero no por pura práctica, como se hace ahora, sino de forma metódica y organizada que garantice el aprendizaje.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Algunas reflexiones metodológicas

En cuanto a la metodología clásica. Esta enfrenta al alumno con el idioma sin un camino claro a seguir. Esto es cuando menos poco científico. Si en una ciencia, pongamos la Física, enfrentáramos a los alumnos de secundaria con los hechos físicos y esperásemos a que dedujeran los principios de la física, esperaríamos 1000 años y a lo mejor alguno podría emular a Galileo, Newton o Einstein. Evidentemente, esta metodología no podría funcionar. En la enseñanza de las ciencias se enseñan las leyes a los alumnos y después se les enfrenta con la experiencia para que puedan comprobarlas por ellos mismos. Y en algunos casos muy restringidos se les permite realizar un experimento sencillo que pone de manifiesto de forma ineludible un principio científico que se estudia inmediatamente después.

De hecho la enseñanza de otros aspectos del inglés como la traducción de textos si sigue una metodología ordenada y planificada que permite garantizar a un alumno el aprendizaje. Un alumno alcanzará los objetivos de manera cierta si realiza las tareas adecuadas. No es así para el listening y por ende para el speaking.

Presentación

Soy profesor de enseñanza secundaria desde hace 20 años. He impartido diferentes asignaturas con mayor o menor fortuna, Física, Química, Dibujo, Matemáticas, Ciencias Naturales e incluso Lengua Española. En todos los casos mis alumnos han progresado gracias a mi trabajo y a su esfuerzo personal.

Me ha quedado claro en todo este tiempo que un buen profesor puede impartir prácticamente cualquier asignatura de secundaria si dispone de un buen método. Incluso asignaturas con contenidos desconocidos para el profesor pueden ser impartidas con éxito si el docente sabe realizar bien su trabajo.

Sin embargo, he encontrado una excepción en la enseñanza de la lengua inglesas. Y especialmente en la enseñanza de la pronunciación inglesa. No existe un método que permita enseñar a hablar inglés a un profesor que no lo hable previamente. Me dirán que esta limitación es connatural al idioma inglés pero esta explicación no me vale. Simplemente nadie se ha esforzado lo suficiente en desarrollar un método que permita a los alumnos alcanzar estos objetivos de manera rápida, eficaz y planificada.

De hecho los profesores de inglés insisten en que sus alumnos se enfrenten con el idioma cara a cara, oigan locuciones, vean películas, viajen a un país anglófono, y que esforzándose en entender y asimilar la pronunciación antes o después alcanzarán los objetivos. O no, de hecho conozcemos cientos si no miles de personas, estudiantes frustrados de inglés, que con esta metodología no han conseguido progresar.

Desde aquí propondremos metodologías, herramientas, software y todo lo necesario para conseguir una revolución en la enseñanza del inglés que permita impartir la asignatura a cualquier profesor experto en enseñanza secundaria , aunque no sea especialista en lengua inglesa.